El cubo de Rubik cumple 40 años y sigue despertando la misma curiosidad y desesperación que el primer día. Un juego pensado por su creador para enseñar a agilizar la mente y la visión espacial. Creado en 1974 por el escultor y profesor de arquitectura húngaro Erno Rubik, es mucho más que el objeto de entretenimiento que se utiliza en la actualidad, porque lo diseño como una herramienta para enseñar a sus alumnos cómo se mueven los objetos en el espacio. Si tratamos y conseguimos resolverlo lo más rápido posible, la mente se acostumbra a pensar y ver espacialmente con más facilidad.
El famoso rompecabezas es un juego extraordinariamente sencillo y fácil de entender, a la vez que complejo en su resolución. Se descubrió recientemente que puede resolverse en tan solo 20 movimientos a pesar de sus 43 trillones de posibles combinaciones.
Este invento tiene hasta 16 variaciones, a cual más complicada. Comenzó siendo 3x3 cuadrados (8 vértices y 12 aristas), que es el más frecuente, pero también los hay de 2x2, 4x4, 5x5, 6x6, 7x7...
La gracia de este juego es hacerlo lo más rápido posible y existen numerosas competiciones. El primer torneo mundial fue en 1981 y el ganador lo hizo en 38 segundos. Ahora hay gran cantidad de modalidades de torneos, como la de hacerlo a ciegas, con una sola mano o con los pies. También las hay entre dos personas: una con los ojos cerrados y la otra es quien da las instrucciones de movimientos; o la de resolver el cubo bajo el agua en una solo respiración.
La actual plusmarca mundial la ostenta el holandés Mats Valk con un tiempo de 5,55 segundos, en 2013.
El cubo es el pionero de todos los juegos de concentración porque tiene el plus añadido de que lo sientes en la mano y tienes ganas de dominarlo.
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